Chiquita mía

A Brisa Milagros

Llegaste antes de tiempo
indómita y silenciosa
-chiquita mía-
¿huías de la vida?
Despertó tu corazón
cuando ya nadie lo esperaba.
Roja y enérgica gritaste;
tu llanto tornó en sonrisa
el alma de tus padres.
¡Brisa Milagros! te llamaron.
No quisiste, o ¿no pudiste quedarte?
-Asustada e inocente-
insististe en buscar refugio
en el tibio vientre de tu madre.
Y te fuiste. Te nos fuiste,
-chiquita mía-
dejándonos a todos grises,
impotentes, entre lágrimas.


Patricia
8/8/2007

Brisa Milagros nació hace unos días, con apenas 22 semanas de gestación y pesando 650 grs., en un hospital bonaerense. Luego de intentar reanimarla por más de 40 minutos, los médicos que la atendían, la dieron por muerta argumentando que no presentaba signos vitales. Cuatro horas después, un empleado de la morgue del hospital la escuchó llorar. ¿Error humano? ¿Mala praxis? Imperdonable bajo todo punto de vista. Lamentable, tristemente, Brisa Milagros en tal delicado estado no pudo enfrentar la vida, y falleció horas más tarde. En el aire siguen flotando la angustia, la bronca y muchas preguntas sin respuesta.