viernes, febrero 15, 2008

A Delmira Agustini


“Yo nací con un verso clavado en el costado
por cuya herida mana mi sangre enfebrecida”

Susana March
Ya jugada, la noche se congeló en el misterio
dejándote varada en la realidad.
No bastaron tus manos salpicadas de poesía
ni tus ojos insomnes ni tu boca indómita
-ni tu sensualidad toda-
para detener a la muerte,
ni tan siquiera
para impedir que la mano envuelta en llanto apretara el gatillo,
que la bala rasgara la pasión de tu carne,
que se desparramara tu vida
en un rojo fluir de versos.

1 comentario:

Monica Castro dijo...

Excelente poesia! gracias por compartirmela.
Un abrazo,
http://monica-castro.blogspot.com/